38 Después de esto, José de Arimatea se presentó a Pilato. Era discÃpulo de Jesús, pero no lo decÃa por miedo a los judÃos. Pidió a Pilato la autorización para retirar el cuerpo de Jesús, y Pilato se la concedió. Fue y retiró el cuerpo.Â
39También fue Nicodemo, el que habÃa ido de noche a ver a Jesús, llevando unas cien libras de mirra perfumada y áloe. 40 Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en lienzos con los aromas, según la costumbre de enterrar de los judÃos. 41 En el lugar donde habÃa sido crucificado Jesús habÃa un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo donde todavÃa no habÃa sido enterrado nadie. 42 Como el sepulcro estaba muy cerca y debÃan respetar el DÃa de la Preparación de los judÃos, enterraron allà a Jesús.
Texto tomado de La Biblia Latinoamericana, publicada por la . Usado con permiso.